1. EL TIEMPO, FUNDAMENTAL

Trata de programar la prueba unas semanas antes de la boda. Preferentemente, que acompañe al tipo de peinado. Así puedes prever alergias y otros posibles inconvenientes.

2. EL ESTILO, TU ESTILO

Lo mejor es que, si lo tienes claro, muestres al profesional fotos y capturas de referencia de lo que te guste: maquillaje de ojos, acabado de piel, tono de labios...

3. LA MODA DENTRO DE TU TOQUE

Aunque nos dejamos llevar mucho por el estilo del momento, es muy interesante que marques tu personalidad, por ejemplo, aunque arrasen los labios rojos, si tu color es el rosa, no cambies, ese día tu esencia importa al 100%: sé tú.

4. LA HORA DE LA CEREMONIA

En el caso de las ceremonias de tarde, se suele acentuar más los ojos y usar base, correctores, labiales intensos y rubor más marcado; en las bodas que se celebran de mañana, el efecto de make-up suele ser más natural.



5. EL PROFESIONAL / EQUIPO ELEGIDO

¿Te llama alguien la atención? Busca en su página web y en sus redes para ver si se adecúa a tu gusto, exigencia y estilo y ver directamente sus trabajos. Es la mejor señal de que siga a la perfección lo que tienes en mente.